Cuidar de las plantas implica conocer sus necesidades, sus ritmos y, claro, saber cuándo intervenir para ayudarlas a crecer más sanas. Entre las técnicas más comunes de mantenimiento están la poda y el deshoje. Aunque muchas personas creen que son lo mismo, en realidad tienen objetivos, momentos y métodos diferentes. Comprender bien la diferencia entre poda y deshoje es clave para que tus plantas no solo sobrevivan, sino que prosperen.
En este artículo te explicamos de forma clara y sencilla qué es cada una de estas prácticas, cuándo se deben aplicar, qué herramientas utilizar y cómo hacerlo sin dañar tus plantas.
¿Qué es la poda?
La poda es el acto de cortar ramas, tallos o partes de la planta con un propósito específico. Es una intervención que puede ser ligera o intensa, dependiendo del tipo de planta y del objetivo que se quiera lograr.
Las razones más comunes para podar son:
- Eliminar ramas secas, enfermas o muertas
- Controlar el tamaño o la forma de la planta
- Estimular un nuevo crecimiento
- Aumentar la floración o la producción de frutos
- Evitar que se vuelva demasiado densa y sin ventilación
Existen diferentes tipos de poda, como la poda de formación (cuando la planta es joven), la de mantenimiento (para conservar su forma) o la de renovación (para estimular su regeneración).
La poda debe hacerse siempre con herramientas limpias y bien afiladas, como tijeras de podar o cuchillas especiales, para evitar que la planta sufra desgarros y se exponga a enfermedades.
¿Y qué es el deshoje?
El deshoje, en cambio, consiste en quitar algunas hojas específicas de la planta, sin cortar ramas ni tallos. Se realiza manualmente o con tijeras pequeñas, y tiene una finalidad diferente: mejorar la ventilación, favorecer la entrada de luz y, en algunos casos, redirigir la energía de la planta.
Se aplica comúnmente en:
- Plantas de interior con hojas viejas o amarillentas
- Cultivos como el tomate o el pimiento, donde se busca que el sol llegue mejor a los frutos
- Plantas ornamentales que necesitan aclarado para verse más limpias
El deshoje no busca cambiar la estructura de la planta, sino mejorar su rendimiento o su salud general. Es más sutil, menos invasivo y puede hacerse con más frecuencia que la poda.
¿En qué se diferencian exactamente?
Aunque ambas técnicas implican “quitar algo” de la planta, tienen diferencias claras:
- Objetivo: La poda busca modelar, controlar o renovar; el deshoje mejora la luz, la estética o la salud.
- Parte removida: En la poda se cortan tallos o ramas; en el deshoje, solo hojas.
- Herramientas: La poda requiere tijeras o herramientas específicas; el deshoje puede hacerse a mano.
- Impacto: La poda puede ser más agresiva; el deshoje es una acción más suave y localizada.
- Frecuencia: La poda suele hacerse una o dos veces al año; el deshoje puede hacerse varias veces según la planta.
Ambas prácticas son necesarias, pero deben aplicarse en el momento correcto y según el tipo de planta.
¿Cuándo hacer poda y cuándo hacer deshoje?
La poda debe hacerse en épocas específicas del año. En general:
- En primavera, se poda para dar forma y estimular el crecimiento
- En otoño o invierno, se hace una poda de limpieza o descanso, especialmente en plantas de exterior
Evita podar en pleno verano o en épocas de floración intensa, ya que puedes interrumpir el ciclo natural de la planta.
El deshoje, por su parte, puede realizarse siempre que notes hojas secas, amarillas o en exceso. También puedes hacerlo cuando veas que la planta está muy tupida o no recibe luz en sus zonas interiores.
Un consejo útil: si no sabes qué necesita tu planta, empieza por un deshoje leve. Observa cómo reacciona y si mejora su aspecto. Luego, si es necesario, considera una poda más estructural.
Cuidados después de la intervención
Después de podar o deshojar, tu planta necesita unos días de descanso y protección:
- No la expongas al sol fuerte justo después de la intervención
- Evita regar en exceso en los días siguientes
- Observa si hay signos de estrés, como caída de hojas o marchitez
- Si podaste ramas grandes, puedes aplicar canela en polvo o pasta cicatrizante en el corte para evitar hongos
Aprovecha este momento para revisar la planta por si hay plagas ocultas o señales de enfermedad.
Herramientas que no pueden faltar
Tener el equipo adecuado hace la diferencia entre una poda efectiva y un desastre.
- Tijeras de podar limpias y bien afiladas
- Guantes para proteger tus manos
- Paño con alcohol para desinfectar entre una planta y otra
- Tijeras pequeñas para el deshoje, especialmente en plantas delicadas
No uses cuchillos de cocina ni tijeras escolares, ya que pueden dañar el tejido vegetal y causar infecciones.
¿Todas las plantas necesitan poda y deshoje?
No. Algunas plantas crecen bien sin casi ninguna intervención. Sin embargo, muchas especies ornamentales, frutales o de huerta se benefician enormemente de estas prácticas.
Investiga las necesidades específicas de cada especie. Por ejemplo:
- Las suculentas rara vez necesitan poda
- Las hortensias florecen mejor si se podan correctamente
- Las plantas trepadoras requieren podas regulares para mantenerse en forma
- Algunas orquídeas se deshojan naturalmente y no es necesario intervenir
Conclusión: cada planta tiene su lenguaje
Podar y deshojar no son lo mismo, pero ambas técnicas son como una forma de diálogo con tus plantas. A través de estos cuidados, les ayudas a crecer más fuertes, sanas y bonitas. La clave está en observar, actuar con delicadeza y respetar el ritmo de cada especie. Con el tiempo, desarrollarás un “instinto verde” que te dirá cuándo y cómo intervenir.