El fertilizante orgánico líquido es una excelente forma de nutrir tus plantas de forma natural, económica y sostenible. A diferencia de los fertilizantes químicos, este tipo de abono casero no contamina el ambiente, no daña las raíces y puede prepararse con residuos que normalmente terminarían en la basura.
En este artículo te enseño paso a paso cómo hacer tu propio fertilizante líquido en casa, qué materiales usar, cómo aplicarlo y qué beneficios ofrece para tus plantas.
¿Qué es un fertilizante orgánico líquido?
Es una mezcla natural, generalmente fermentada o infusionada en agua, que contiene nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Los más comunes se elaboran con restos vegetales, estiércol, cáscaras, café, entre otros ingredientes ricos en nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes.
Estos fertilizantes pueden ser aplicados directamente al sustrato o pulverizados sobre las hojas.
Beneficios del fertilizante líquido casero
- Es económico: se elabora con restos de cocina o materiales fáciles de conseguir.
- Es ecológico: reduce el uso de productos industriales y residuos.
- Es suave para las plantas: no quema las raíces ni altera el equilibrio del sustrato.
- Se absorbe rápidamente: al ser líquido, los nutrientes llegan directo a las raíces.
- Mejora el crecimiento y floración: estimula un desarrollo más vigoroso.
Ingredientes comunes para preparar fertilizante líquido
Puedes hacer diferentes fórmulas dependiendo de los ingredientes disponibles:
Opción 1: Cáscaras de plátano
Ricas en potasio y fósforo, ideales para estimular la floración y el desarrollo de frutos.
Cómo hacer:
- Coloca 2 o 3 cáscaras en una botella de 1 litro con agua.
- Deja reposar 2–3 días.
- Cuela y aplica directamente al sustrato.
Opción 2: Agua de cocción de vegetales
Contiene minerales disueltos durante la cocción (sin sal ni aceite).
Cómo hacer:
- Deja enfriar el agua después de hervir papas, zanahorias o espinacas.
- Úsala directamente en el riego.
Opción 3: Té de compost
Un fertilizante completo y equilibrado.
Cómo hacer:
- Coloca una pala de compost maduro en un cubo con 5 litros de agua.
- Deja reposar 3–5 días, removiendo diariamente.
- Cuela y aplica cada 10 días.
Opción 4: Borra de café
Aporta nitrógeno, magnesio y potasio.
Cómo hacer:
- Mezcla 2 cucharadas de café usado en 1 litro de agua.
- Deja reposar 24 horas.
- Filtra y usa en plantas verdes.
Opción 5: Estiércol líquido (para uso más avanzado)
Usado en huertas o macetas grandes.
Cómo hacer:
- Mezcla estiércol de vaca, caballo o gallina con agua (1 parte de estiércol por 4 de agua).
- Deja fermentar al aire libre 5–10 días.
- Cuela y diluye antes de usar.
Cómo aplicar el fertilizante líquido
Aplicación al sustrato (riego)
- Usa una regadera para aplicar cerca de la base de la planta.
- No mojes el tallo directamente.
- Repite cada 10 a 15 días según el tipo de planta.
Aplicación foliar (pulverización)
- Cuela bien la mezcla para que no obstruya el pulverizador.
- Aplica sobre el envés (parte inferior) de las hojas.
- No lo hagas en horas de sol fuerte.
Cuidados al usar fertilizantes caseros
- Evita excesos: aunque sean naturales, en exceso pueden alterar el sustrato.
- No uses ingredientes con sal, aceite o especias.
- Filtra bien antes de usar en pulverizadores.
- Guarda en lugar fresco por no más de una semana.
Cuándo usar fertilizante líquido
- En primavera y verano (época de crecimiento).
- Cuando notes hojas amarillas o plantas débiles.
- Antes o después de una floración.
- En trasplantes (para ayudar a la recuperación).
¿Qué plantas se benefician más?
- Plantas verdes: potos, filodendros, helechos, sansevieria.
- Plantas con flores: violetas africanas, anturios, geranios.
- Hierbas y hortalizas: albahaca, lechuga, tomate, perejil.
Consejos adicionales
- Alterna diferentes recetas según las necesidades de tus plantas.
- Observa cómo responden tras cada aplicación.
- Etiqueta tus mezclas si haces varias a la vez.
- Mantén un calendario de fertilización.
Conclusión: nutrición natural al alcance de todos
Hacer tu propio fertilizante líquido casero es fácil, económico y muy beneficioso. No solo estarás cuidando mejor de tus plantas, también estarás reutilizando residuos de forma responsable y contribuyendo a un estilo de vida más ecológico.